Desde enero y hasta octubre pasados, el número de visitantes no residentes en Colombia se incrementó un 2,7 por ciento respecto al 2018. Para los líderes de la industria y los representantes del Gobierno, esta cifra marca una tendencia de desarrollo que, desde hace 8 años, Colombia ha venido consolidando.
El año, sin embargo, no termina y el viceministerio de Turismo estima que se cumplirá la meta de 4,6 millones de visitantes no residentes que propuso la administración de Duque a comienzos de este mismo año.
Con esta premisa, la meta para el 2020 es aumentar a 4,9 millones el número de visitantes no residentes. Una tarea nada fácil, pero de un optimismo que tiene bases bien fundamentadas: en el 2014, según voces oficiales, el número de visitantes extranjeros llegó a 2,8 millones. De lograrse esta proyección, para el 2020, la cifra alcanzaría un nivel que puede colocar al país en un rango cada vez más alto.
“Reconocer a Colombia como el destino más atractivo para el próximo año –dice Flavia Santoro, presidenta de Procolombia– confirma que vamos en la dirección correcta en la promoción del turismo como el nuevo petróleo”.
Las agencias de viajes registraron un crecimiento en los ingresos nominales de 3,8 por ciento, en comparación con el mismo periodo de 2018. Es el crecimiento más alto reportado desde el 2017. “Hubiéramos querido cerrar mejor, pero el balance del año es positivo –dice Paula Cortés Calle, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato)–. Además, hemos vendido más tiquetes: aumentamos en 2 por ciento”.
Por parte del sector hotelero también se reportan buenas noticias, dentro de una curva de crecimiento que ha sido lenta, pero constante. Entre enero y noviembre, el promedio de ocupación hotelera fue de 56,4 por ciento, un aumento de un punto porcentual con relación al promedio del año pasado. La Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) espera cerrar este año en 57 por ciento, es decir, 1,5 puntos por encima del 2018.
“Si logramos este cierre de 57 por ciento en diciembre, lograríamos la mayor ocupación de los últimos 15 años”, explicó Gustavo Toro, presidente de Cotelco. El movimiento de pasajeros también confirma este panorama en alza. Hasta octubre de este año, 34’034.824 pasajeros se transportaron vía aérea, según el último informe de Estudios Sectoriales de la Aeronáutica Civil de Colombia, lo cual representa un aumento del 10 por ciento respecto del mismo periodo del 2018, que fue de 30’942.232 de pasajeros.
Este año se espera superar los 40 millones de pasajeros movilizados desde y hacia nuestro país, según Juan Carlos Salazar, director de esta entidad.
“Este fue un buen año y estamos seguros de que el 2020 será mejor. Trabajamos para consolidar a Colombia como un destino responsable, sostenible y de alta calidad, con experiencias enriquecedoras y únicas por ofrecer”, dice Flavia Santoro, presidenta de Procolombia, entidad encargada de promover al país en el exterior.
Todo esto, incluso con el impacto negativo de la devaluación del peso frente al dólar, que llega a un 11 por ciento hasta la fecha, y a la seguidilla de protestas de noviembre pasado que, según Cotelco, han causado pérdidas por 2.000 millones de pesos diarios por cancelaciones de eventos y reservas.
El panorama prometedor, sin embargo, tiene dos partes. Las cifras que muestran el ascenso del sector en el país y la forma en que estamos siendo percibidos en el mundo como un destino competitivo, sostenible y con una variada oferta de atractivos, que será la tendencia en el 2020. No en vano, la Asociación de Touroperadores de Estados Unidos (Ustoa) reveló la semana pasada que Colombia encabeza la lista de destinos para visitar el próximo año.
Los retos del 2020
Más tráfico aéreo y más visitantes internacionales son fundamentales para mantenerse en la ruta de crecimiento, pero, además, se requiere un gran esfuerzo de los sectores público y privado para consolidar la infraestructura, capacitar mejor a los actores del sector y apostarle a la sostenibilidad. Estos son factores que están en la mira para el próximo año.
En este sentido, dice Santoro, el próximo año el Gobierno trabajará en el mejoramiento de la oferta, atrayendo mayor inversión en infraestructura turística, aumentando la conectividad aérea y capacitando a los turoperadores.
Gustavo Toro, por su parte, espera que el próximo año la ocupación hotelera alcance un promedio nacional de 59 por ciento. En sus proyecciones, anticipa que “va a decrecer la construcción de nuevos hoteles, esto ya lo vemos en las licencias de construcción. Así se va a permitir que se estabilice la oferta con la demanda”.