PARRAS: EL ENCANTO DEL VINO, HISTORIA Y LUJO EN COAHUILA

Nos fuimos a redescubrir las joyas de este destino en auge de Coahuila. Uno que ha creído siempre en la cultura del vino.

El enoturismo está de moda en muchos destinos del mundo. En Parras ha sido parte de la vida desde hace más de 400 años, demostrado al tener el viñedo más antiguo de todo el continente americano y además ahora sumar experiencias maravillosas. 

Aquí algunas inspiraciones:

La Casona del Banco

Una mansión histórica reconstruida y convertida en hotel, nos adentra al pasado patrimonial de Parras. Exploramos su antigua bóveda de seguridad, degustamos quesos artesanales acompañados del buen vino entre sus vastos jardines. A destacar su Spa Envero que tiene cabinas inspiradas en las casas vinícolas de la región fusionando terapias, masajes, jacuzzis con la delicia del vino. 

Viñedos RGMX

Al siguiente día, el itinerario se centró en la vinicultura local. En la cata de los viñedos RGMX (antes Rivero González), probamos tres etiquetas selectas acompañadas de comida regional. El entorno inspira a disfrutar la experiencia, al tiempo que se aprende más del arte del cultivo de la uva y el proceso de convertirlo en vino. 

Las Pudencianas

Por la tarde nos dirigimos al viñedo de Las Pudencianas, donde ofrecen una cata que incluye una experiencia única en Parras, en la que cada participante crea una mezcla de su propia versión de vino bajo guía profesional, después la embotella, etiqueta y se la lleva a casa con su firma propia. Las Pudencianas también ofrece encantadoras suites, aisladas entre el campo, viñedos y paisajes para quien gusta de momentos de total privacidad.

Casa Madero

No podíamos perdernos el recorrido por el viñedo más antiguo del continente, el de Casa Madero que data de 1597. Conocimos su viñedo, salas de barricas y fermentación, que nos permitió conocer la evolución de las técnicas históricas del vino, hasta las más modernas. Ahí, entre sus antiguas paredes nos ofrecieron una cata con 3 etiquetas, entre ellas la famosa 3V Gran Reserva. Además tuvimos el privilegio de un recorrido privado por su Hacienda llamada San Lorenzo, con sus impresionantes jardines y paisajes, utilizado como recinto para eventos y como hotel, con sus 22 habitaciones que respiran historia.

Otras grandes viñedos que impresionan a los visitantes –y que los dejamos para una siguiente visita– son: Don Leo y Parvada.

NUESTRO REFUGIO EN PARRAS: HOTEL PATIO DE AQUENDE

Desde el primer momento, el Patio de Aquende destacó como el epicentro de nuestra experiencia en Parras. Con 21 habitaciones, este nuevo hotel boutique mezcla modernidad, refinado gusto con detalles locales. 

Situado en el corazón de Parras de la Fuente, este hotel se define como un espacio “auténtico y sofisticado” donde cada detalle busca re conectar al huésped con la cultura local y tener momentos de pleno confort.

Su suite deluxe –con cama king size con colchón de esos de ensueño, baño lujoso y amenidades modernas– fue nuestro refugio ideal tras jornadas explorando viñedos. Disponen de wifi de alta velocidad y estacionamiento gratuito, ideal para un road trip. Su personal, siempre atento, nos hizo sentir como en casa. 

Una de las mejores sorpresas fue el desayuno incluido, frecuentemente elogiado por viajeros por su calidad, variedad y presentación. Fruta perfecta, charcutería, quesos, tortillas de harina recién hechas, huevos al gusto estilo pueblo, café de granos recién molidos y lo más destacado: su pan dulce recién horneado –sin faltar las tradicionales campechanas–, fácil de querer regresar una y otra vez. 

Lo que más nos cautivó fue su atmósfera: tranquilidad, confort, estilo y la sensación de estar en un refugio para viajeros exigentes. Importante tomar en cuenta que el hotel no permite niños menores de 13 años, lo que resulta en un ambiente tranquilo y adulto. 

Me queda claro que si buscas un destino exquisito y compacto para una escapada con estilo en México, Parras de la Fuente con Patio de Aquende como anfitrión, es una opción que merece un lugar en tu lista.